El mandatario zacatecano tiene ante sí todo un reto. Casi casi “vencer o morir”. Trascender o estancamiento.
El panorama no pinta nada halagador. Los asesinatos siguen, aunque, a decir verdad, bajaron, según cifras oficiales, respecto del año 2022. Descendieron en cerca de un 10 por ciento…
No. No es consuelo de tontos; mas el esfuerzo de los diversos órdenes de gobierno en materia de seguridad, rinden frutos a paso lento, pero seguro.
Además, es menester, hacer un alto ante esta avalancha de malas noticias al cerrar el 2022 y el despertar del 2023. Recordemos que desde su toma de protesta el gobernador David Monreal, contrajo con la sociedad zacatecana la imperiosa necesidad de servir, informar y buscar, por sobre todas las cosas, la pacificación de la entidad.
Nunca ha dejado de velar por los intereses de los zacatecanos, prueba de ello, no hay nuevos impuestos y cero nueva deuda contraída, como se realizaba anteriormente, al comienzo de gestión gubernamental, era “normal” endeudar al estado.
De manera concreta y somera analicemos al tema de temas: LA SEGURIDAD, sustancialmente porque no podemos negar que no pasa un día, sin que, en nuestro querido Zacatecas, se registre una agresión armada y arroje muertos y heridos en el último de los casos.
Y qué decir de la difusión, reacción y opinión de nuestra clase política: misma que va a todas y sin recato, análisis y sustento en sus apreciaciones se lanza con todo contra el gobierno en turno.
Observemos los últimos hechos violentos que han enlutado familias, o las acciones últimas generadoras de caos y controversias…
O, todavía más, las recientes desapariciones de jóvenes y muerte del joven abogado, Raúl Calderón.
Analicemos en corto el actuar a la vez de los diversos medios de comunicación y las redes sociales. Claro, con sus honrosas excepciones; parece se funden en una “gran cruzada” de ataques burdos y sin sustento alguno, donde lo que buscan es agrandar cifras, sembrar caos y pánico, a fin de que la sociedad exprese su miedo y desmedido temor, además de tratar de infundir su rechazo y desaprobación al gobierno en turno…
En contraparte, el mandatario se afana en llevar bienestar a las familias zacatecanas, da la cara y cada mañana, a través de la Mesa de Paz… informa la situación que se vive en Zacatecas, no sale con aquella patraña malévola de “yo no los maté”. No. Son tiempos difíciles. Pero se deben enfrentar, corregir y saldar cuentas pendientes para con la sociedad.
Por esto, ante este crítico panorama, David Monreal ha planteado con firmeza y entrega que el naciente 2023 será el año de la consolidación de la transformación.
Esto, no se basa solamente en buenos deseos de arranque de año; lo fundamenta el jefe del Ejecutivo en que “Hemos logrado tener control del gasto y revertir el déficit financiero que venía padeciendo este estado; hemos logrado finanzas sanas”, aseguró optimista.
Y sin “echar las campanas al vuelo” destacó que el buen manejo financiero hizo merecedor al estado de una participación compensatoria superior a los 2 mil millones de pesos. Los números hablan…
Sin rodeos expuso “No se tenga ninguna duda, vamos a entregar todo para sacar adelante a nuestro estado”, recalcó en los Honores a la Bandera, en Ciudad Administrativa, esto el día dos de enero.
Pidió que se tenga confianza en que el trabajo se podrá desempeñar de manera correcta, eficiente y responsable, sin la penuria, pero con la disciplina que se ha implementado, con la austeridad republicana que le ha caracterizado a este Gobierno y con una buena actitud de cada uno de las y los funcionarios, que mucha falta le hace al estado.
El Gobernador David Monreal reconvino a las y los funcionarios en que “no hay pretexto para no hacerle bien a nuestro estado, no hay pretexto para no lograr el crecimiento que anhelamos, no hay pretexto para no contribuir, ustedes pueden hacer mucho en favor de la estrategia de pacificación con su quehacer en el día a día”.
Expresó que nadie mejor que las y los zacatecanos van a poder hablar en bien de la entidad, nadie mejor que las familias de Zacatecas buscarán el desarrollo de su propia familia, de su propio vecindario, de su propio municipio, de su propio estado.
El Gobernador David Monreal dijo estar convencido de que, si bien actuamos todos, si nos ayudamos todos, si nos cuidamos todos, con una buena comunicación, con una buena actitud, se va a lograr la pacificación de Zacatecas.
Ese mismo día, apuntó que no se dimensiona el daño que se le causa a nuestro pueblo infundiendo miedo y rencor, debilitando instituciones y familias, porque eso es carne de cultivo para lo que ha venido padeciendo y sufriendo el estado.
“No podemos permitir que el mal se siga empoderando y, mucho menos, que siga dañando, todos debemos acompañarnos para lograr el bien y para lograr esa pacificación”, habría dicho.
En esa misma ceremonia, Monreal Ávila, remató “esperamos un 2023 muy superior, mucho mejor a los años pasados, a las últimas décadas que hemos vivido en Zacatecas, que fueron momentos oscuros, momentos complejos y que trajeron graves consecuencias, pero ya se aprecia la luz y se aprecia la posibilidad de salir adelante”.
No se trata en sí de hablar mal o bien de la entidad. Es cuestión de tener objetividad, claridad y puntualidad, a la hora de dar cuenta de los hechos lamentables y trágicos que se presentan desgraciadamente casi a diario en nuestro entorno social estatal y nacional; porque Zacatecas se ubicará entonces en la mediocridad social, comunicacional e informativa, o en la última esperanza de cambio…