NINGUNA AUTORIDAD ATENDIÓ LAS LLAMADAS DE AUXILIO; HOY FUE BRUTALMENTE ASESINADA POR SU PAREJA EN GUADALUPE

Guadalupe, Zac.- Judith fue asesinada a golpes al mediodía del domingo 22 de diciembre en Guadalupe, Zacatecas. Los vecinos hicieron varias llamadas desde las 8 de la noche del sábado para pedir la intervención de la policía municipal. El feminicida de nombre José Eduardo N. había sido puesto a disposición ante el ministerio público varias veces por anteriores agresiones a Judith, cuyo cuerpo yace estrangulado y brutalmente golpeado en el Instituto de Ciencias Forenses.

Ni la policía de Guadalupe respondió al llamado de emergencia, ni la Fiscalía hizo lo necesario para proteger a Judith y castigar al hoy asesino por la violencia familiar que ejercía contra ella, denunció las Colectivas Feministas del Estado de Zacatecas.

Esta mujer, de alrededor de 40 años debería estar viva, denuncian a través de un documento, pero la asesinó la negligencia de las autoridades, la indiferencia de la sociedad ante la aberrante normalización de la violencia. Otra vez, señalan, nos encontramos ante los resultados letales de la impunidad en los delitos por razones de género contra mujeres y niñas en Zacatecas.

El gobierno de Guadalupe, encabezado por Julio Cesar Chávez, se ha dedicado a difundir discursos de odio contra las mujeres que pedimos justicia y respeto a nuestros derechos humanos, en lugar de cumplir con su obligación, como primer respondiente, de capacitar y monitorear el desempeño de sus fuerzas policíacas para salvaguardar la seguridad, integridad y vida de las mujeres y niñas en su municipio en el que se han cometido múltiples feminicidios con una seña atroz.

La Fiscalía General de Justicia, a cargo de Francisco Murillo Ruiseco, ha dejado en último término de sus prioridades la obligación de investigar con perspectiva de género los delitos contra mujeres y niñas. El gobierno del estado de Zacatecas, a cargo de Alejandro Tello, ha fallado rotundamente en garantizarnos la más mínima seguridad. La violencia institucional sigue siendo la constante que las víctimas tienen que enfrentar en todas las instituciones. Luego la sociedad nos culpa por irrumpir el orden público con nuestras protestas en demanda de justicia, hoy preguntamos ¿Qué camino nos dejan?

 

La Fiscalía General de Justicia cuenta con dos ministerios públicos para investigar más de 74 casos de feminicidio en todo el estado, además de las tentativas ocurridas desde 2013. Por lo tanto las investigaciones son deficientes y morosas. Una vez que los casos llegan al Tribunal Superior de Justicia las resoluciones de jueces y juezas que desconocen la convencionalidad internacional en materia de derechos humanos están llenas de prejuicios y estereotipos que frustran el acceso a la justicia de las víctimas. Esto no es casual, sino el reflejo de las prioridades del titular de la Fiscalía y de la presidencia del Tribunal. Las mujeres y niñas no importamos, no nos consideran seres humanas ¿Qué camino nos dejan entonces?

Este clima de impunidad de Estado se ve reforzado por la falta de responsabilidad de las diputadas y diputados que se deja ver en un presupuesto insuficiente para garantizar, proteger, promover y respetar los derechos humanos de mujeres y niñas. Esto se ve reflejado, por ejemplo, en el bajo presupuesto para el Centro de Justicia de Fresnillo Zacatecas, el municipio más violento de la entidad. Las autoridades de Zacatecas deberían estar pactando con la Federación las reformas necesarias para reformar los procedimientos que frustran garantizar seguridad a mujeres y niñas, como el Protocolo de Primer Respondiente, contrario a ello se encuentran sumidos en múltiples intentos contra el Estado Laico garantía fundamental para que prevalezcan los derechos humanos y no los prejuicios en el ejercicio de la acción estatal. En suma, todos y todas las tomadoras de decisiones son responsables de esta barbarie que vivimos y que no vamos a callar más.

No, esta no será una Feliz Navidad porque nos falta Judith, Litizi, Nancy, Cinthia y tantas, tantas mujeres y niñas más asesinadas, la gran mayoría en total impunidad. ¿Qué camino nos dejan señoras y señores?

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