Zacatecas, Zac.- Hace unos años, en el 2014, para el entonces director del ISSSTEZAC, el priísta Víctor Rentería López, la crisis financiera que vivía el instituto de seguridad social no era culpa de nadie, “sino del tiempo”.
Para el funcionario de la administración de Miguel Alonso, el saqueo de casi 44 mil millones de pesos propiedad de los trabajadores zacatecanos era, desde su filosófica perspectiva, responsabilidad del Dios Kronos.
Así, desde su punto de vista, el director alonsista del ISSSTEZAC no veía corrupción, malos manejos, ni silencios cómplices de los integrantes de la Junta de Gobierno ni de los dirigentes sindicales. Todos, absolutamente, todos, callaban.
Era el tiempo, sostenía Rentería López, el culpable de la quiebra del ISSSTEZAC… incluyendo el saqueo de los ahorros de los trabajadores, pensionados y jubilados.
Sin embargo, investigaciones recientes refieren que desde el año de 1996, ya existían alertas de posibles actividades ilícitas y anómalas en el manejo de los recursos de los trabajadores.
Fundado en el año de 1986 bajo una lógica cooperativista, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issstezac) era la respuesta para brindar la certeza de una pensión digna de miles de burócratas del Gobierno de Zacatecas, trabajadores de telesecundarias, bachilleratos y maestros de los las secciones 58 y 34 del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación.
El esquema, en los primeros años, permitió al ISSSTEZAC crecer una apetitosa y millonaria bolsa de ahorros.
En esos años de abundancia, se permitieron incluso manejar cajas de préstamos o ahorros, seguros, administrar las pensiones y hasta contar con líneas empresariales como el caso de los hoteles sin tener el conocimiento para su manejo.
Y pronto, sus responsables de la Junta de Gobierno del ISSSTEZAC, incluidos los dirigentes sindicales del COBAEZ, las secciones 58 y 34 del SNTE, Telesecundarias y SUTSEMOP, se sirvieron de ella con la cuchara grande.
Por décadas, fueron precisamente los líderes sindicales con silla, voz y voto de decisión, quienes a espaldas de sus agremiados, hicieron del ISSSTEZAC un botín. Poco les importó el desfalco que le estaban haciendo a sus representados.
La “caja chica” en que fue convertida el ISSSTEZAC era regenteada precisamente por esos líderes sindicales que hoy salen a desgarrarse las vestiduras para engañar una vez más a sus agremiados y exigir el rescate del instituto cuando ellos mismos la sangraron hasta su extinción.
Líderes como Oscar Castruita Hernández, dirigente de la Sección 58 del SNTE, o Marcelino Rodarte, del Movimiento de Bases en Defensa del ISSSTEZAC, usaron, se beneficiaron y exprimieron los ahorros de los trabajadores.
Hoy, cuando la quiebra técnica es prácticamente inevitable, cuando la crisis hace financieramente inviable el pago de pensiones, son esos mismos líderes quienes con lágrimas de cocodrilo vuelven a salir a exigir el rescate… y con ello, pretender dar vuelta a la página de sus turbios manejos y actos de corrupción.
A 37 años de su creación, y de su colapso, analistas financieros han señalado los cambios demográficos e inflacionarios como uno de los factores más importantes de la crisis del ISSSTEZAC, pero por encima de ello, está la corrupción y el cochinero en que se manejó, y esto lo saben muy bien Oscar Castruita, Marcelino Rodarte, y demás dirigentes y titulares pasados del Instituto.
El pasado 6 de octubre del 2021, cuando tomó protesta José Ignacio Sánchez como director del ISSSTEZAC, el gobernador David Monreal Ávila también le entregó un trabajo de investigación realizado por la Auditoría Superior del Estado sobre las múltiples irregularidades existentes, y como siempre, la respuesta de los dirigentes sindicales fue el silencio.
Ya no hay vuelta atrás. El ISSSTEZAC no está obligado a lo imposible.