Zacatecas, Zac.- Lo que sería una reunión planchada y montada, trabajadores del Hospital General de Zacatecas “Luz González Cosio” le reventaron en plena cara al secretario de Salud de Zacatecas, Uswaldo Pinedo, la grave crisis que vive este nosocomio y las condiciones de corrupción, negligencia e intimidación que ahí prevalece, poniendo en riesgo la vida de decenas de zacatecanos que acuden a solicitar el servicio médico.
El amargo encuentro entre el secretario de Salud con la base trabajadora, acompañada por la secretaria general de la sección 39 Del SNTSS, Norma Castorena, acabó con una toma de las áreas administrativas de los hospitales generales de Zacatecas y Fresnillo.
Uswaldo Pinedo simplemente optó por proteger a toda costa al director del hospital y su administrativa, acusados y señalados con pruebas en mano, de graves conductas que van no solo desde la negligencia hasta la corrupción, sino que ademas han puesto en riesgo la vida de pacientes.
Los trabajadores, quienes prácticamente dieron “portazo” al salón donde se desarrollaba la reunión previamente planchada, exhibieron delante del secretario de Salud las condiciones de terror que imperan en el hospital.
Uswaldo Pinedo, quien quiso reiteradamente justificar que todo se debía a la transición al
IMSS-Buenestar, fue prácticamente obligado a conocer de la larga lista de irregularidades que de manera interna se vive en el Hospital General.
Familiares de pacientes y que no han recibido ni siquiera medicamentos, también tomaron la voz para dar a conocer sus casos. Uswaldo Pinedo simplemente los ignoró y no tuvo una sola palabra de respuesta hacia ellos.
De manera central, tras dar a conocer la larga lista de irregularidades, la base trabajadora le pidió al secretario de Salud la renuncia del director del Hospital General y su administrativa. El de negó de manera rotunda.
La lista de denuncias fue larga: el hospital cuenta sólo con antibióticos al día, falta de equipo, laboratorios de patología trabajando con graves deficiencias, autoridades incompetentes y prepotentes, fue parte del rosario de inconformidades.
“¡Me va a poner atención o no!”, le cuestionó un médico al secretario de Salud quien sólo atinaba a tratar de ignorar los señalamientos.
La base trabajadora exhibió incluso conductas criminales de la administración del hospital como el ocultamiento de insumos para estudios, lo cuales estaban guardados en la bodega, e incluso el de médicamente de alta gama que están a punto de caducar y que por negligencia se prefirió guardar sin darles oportunidad a los pacientes de utilizarlo.
Ante los gritos para exigir la destitución del director y de la administrativa, la líder sindical conminó a Uswaldo Pinedo a dar trámite a las peticiones.
El secretario se negó y Norma Castorena anunció la constitución de asamblea permanente del sindicato en el hospital y la toma de las áreas administrativas en los hospitales de Zacatecas y Fresnillo.