Por Guillermo Correa
Por lo menos en el discurso y conforme avanza este proceso electoral, el candidato a la gubernatura de la alianza Zacatecas Primero (PRI-PVEM-PANAL), Alejandro Tello Cristerna, comienza a intentar mejorar la puntería y tirar puntillosas flechas que alinien a la ciudadanía con su discurso y propuestas a los zacatecanos.
Ya se estaba tardando. Sus palabras en sí mismas no tienen ninguna novedad.
Más temprano que tarde él y sus asesores conocen de antemano la urgencia de comenzar a involucrar al candidato con el electorado en los temas sensibles y de los problemas del día a día de todos los ciudadanos.
Hoy, en un comunicado de prensa, el abanderado tricolor asume una postura crítica y reconoce que los zacatecanos están cansados de cacicazgos y de grupo familiares que sexenio tras sexenio buscan perpetuarse y servirse del poder público.
Y dice más: da cuenta del hartazgo y rechazo social que tienen los mismos de siempre y que se han beneficiado del quehacer público.
Es por ello, asegura, que él, Alejandro Tello, se quedará a vivir en Zacatecas y por ese motivo será honesto en su actuación pública, si el voto ciudadano lo favorece en las elecciones de junio.
El recado es directo, sin tapujos.
Lo que no quedó claro fue si su disertación fue dirigida a la casa de enfrente, es decir, a su contrincante David Monreal; una inusitada acción de autocrítica de su partido y de la clase gobernante realizada por el candidato Alejandro Tello o expresadas en el contexto que más le acomode.
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