A dos años del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador, se abre la puerta a la antesala para los nuevos comicios del 2021, en las elecciones intermedias, donde entre otras cosas, se disputarán 15 gubernaturas, entre ellas, la de Zacatecas.
En la entidad ya se perfilan algunos actores que buscan desde ya lograr la estafeta de sus respectivos partidos políticos y contender por la gubernatura.
En el PRI, asoman la cabeza el titular de la Secretaría del Campo, Fito Bonilla y la senadora Claudia Anaya. Roberto Luevano, de la Sedesol estatal hace también su lucha desde el espacio que hoy ocupa.
En el PAN no se alcanza a distinguir siquiera un perfil con la fuerza para contender a este cargo.
La crisis del panismo zacatecano y nacional los obliga a aceptar casi cualquier alianza que les permita mantener el mínimo indispensable para conservar el registro.
Es por eso, en esencia, que el tema de la sucesión gubernamental se centra en el partido color guinda y es ahí, justamente, donde varios de sus integrantes han expresado y mostrado mayor inquietud, al grado de tratar de generar infructuosas alianzas y “bloques opositores” para tratar sacar raja que les permita llegar siquiera a ser considerados en la sucesión.
En Morena hay integrantes de harta valía, donde el acompañamiento del que sea el candidato oficial es muestra de cohesión y unidad, y Luís “El Oso” Medina es un ejemplo de ello.
Por su parte, el papel del alcalde “morenitas” Ulises Mejía Haro al frente del municipio de Zacatecas también ha sido reconocido por la sociedad.
Sin embargo, sus tropezones y enfrentamientos con los propios integrantes de su propio partido al inferior del ayuntamiento ha demostrado la inmadurez que aún tiene el joven alcalde, quien no ha podido quitarse la sombra de su papá, el ex fallido candidato a gobernador, Antonio Mejía Haro.
Desde el inicio de la conformación del Ayuntamiento zacatecano, quedó demostrado el dedo de Antonio Mejía y la obediencia de Ulises para ir conformando un gobierno a modo del papá y con gente del PRD.
Funcionarios “amalistas” y amigos de esa administración son los que gozan las mieles y los contratos de algunos servicios del municipio.
Otros actores, como el
Senador José Narró Céspedes,
“sábanas muy miadas” en estos temas, han jugado desde hace años muy bien sus fichas. Y de Narro, como se dice en Zacatecas, siempre gana perdiendo.
Hoy, cuando se cumplen dos años del triunfo contundente de Andrés Manuel López Obrados, la dirigencia nacional de Morena ha indicado cómo serán elegidos los próximos candidatos que contenderán en las elecciones del 2021.
El perfil, ha dicho el dirigente nacional Alfonso Ramírez Cuéllar, saldrá de aquel que encabece los diversos métodos y procedimientos para medir la aceptación de los ciudadanos.
Y recientemente, el senador Ricardo Monreal ha señalado que al interior de Morena, también habrá cabida a los llamados actores “externos”.
Y en Zacatecas, desde hace más de un año, de manera constante e incluso alejado de la entidad por sus encomiendas en el gobierno federal, todas las encuestas han manejado a David Monreal Ávila muy encima de cualquier actor en las preferencias ciudadanas.
El de Fresnillo no sólo se ha mantenido por arriba de sus compañeros de partido como Ulises, “El Oso” y Narro, sino que frente a otros actores de diversos partidos, la distancia se dispara aún más.
Y en el transcurso, más sectores como el universitario, entre otros, han expresado sus simpatías por el actual Coordinador Nacional de Ganadería.
En la antesala de la renovación gubernamental, las tendencias ciudadanas expresadas en las encuestas de diversas casas de opinión tienen ya nombre.
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