OPINIÓN/MIRIAM SERRANO
Vivimos en el país de la impunidad y la corrupción y obvio, Zacatecas no escapa a la regla y lo saco a colación por las denuncias mediáticas contra el ex gobernador del estado Miguel Alonso Reyes y parte de sus funcionarios en la pasada administración respecto al desfalco que han sufrido las arcas de la entidad y la nula actuación de la autoridad al respecto.
Y pongo ejemplos ¿Quién se acuerda de la denuncia penal e inhabilitación en contra de la ex directora de Tránsito del Estado Julia Olguín Serna? Pues para los que no lo recuerdan los pongo en antecedentes, Julia Olguín Serna fungió como directora de dicha corporación en el último tramo del sexenio de Ricardo Monreal Ávila.
En el año 2005, la entonces contralora del estado, Norma Julieta del Rio Venegas interpuso una denuncia en contra de la ex directora de Tránsito, lo que provocó que se le inhabilitara por 10 años, además de una orden de aprehensión que, jamás fue cumplimentada.
Pues bueno, resulta que durante esos 10 años estuvo yendo y viniendo, sin que ninguna autoridad hiciera algo al respecto. Pues bien, en febrero de 2015 prescribió la inhabilitación, así que ahora la señora, que por supuesto no tengo nada en contra de ella, sino contra la manera de proceder de la autoridad, ya es diputada.
Así es, nos encontramos en un estado donde todo mundo alza la voz y con base a intereses muy particulares crucifican, satanizan y señalan a quien o quienes cometen actos de corrupción, pero como bien dice el dicho “La zorra nunca se ve su cola”, pues justo son esos delitos y actos de corrupción los que son cometidos por los mismos que alzan la voz.
Luego del regreso de Julia Olguín a la vida política zacatecana, pareciera que nadie recordó lo sucedido, pues hasta para los medios de comunicación significó un hecho intrascendente, pues Olguín Serna contendió por el distrito de Jalpa en las pasadas elecciones y ahora ya es diputada.
¿Cuál es entonces la reflexión al respecto?, pues algo muy sencillo, Zacatecas ha sido y parece seguirá siendo saqueado, pisoteado, desvalijado sin que absolutamente nadie ponga un alto y garantice que se aplique el rigor de la ley.
Alejandro Tello Cristerna, gobernador del estado hace un par de semanas señaló que la quiebra financiera de la entidad obedecía a los malos manejos de la pasada administración y al día de hoy siguen las declaraciones y explicaciones de por qué el estado se encuentra en esta crisis.
Planes de austeridad, estímulos fiscales y otra sarta de acciones se han puesto en marcha para contrarrestar la vorágine que tiene ahogado al estado. Pero ¡Quién demonios ha señalado que se va a aplicar todo el peso de la ley contra quién o quiénes saquearon las arcas! Evidentemente nadie.
Una vez más, ¡Neta que ya perdí la cuenta!, se trata de movimientos meramente mediáticos, situación que ya cansó a la sociedad, porque finalmente los paganos seremos, como siempre todos nosotros. Al tiempo.
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