🔶 GUADALUPE, CAMPAÑAS GRISES CON CANDIDATOS SOBREVALORADOS

Revista Malinali

De acuerdo a las últimas encuestas, Julio César Chávez Padilla se reelegirá, sin muchos sobresaltos, como el próximo alcalde de Guadalupe este seis de junio, en un proceso electoral gris y con más expectativas que resultados.

Su contraparte, y de quien se esperaba una competencia de altura, Osvaldo Ávila
Tiscareño, de la alianza Va por Zacatecas (PRI-PAN-PRD), no ha podido tampoco pasar de “llamarada de petate”.

Y es que antorchista, ese que decía que resolvería todos los problemas, y sobre quién pesaba fuertes expectativas para asumir un papel fundamental en el proceso, al final no pudo resolver ni cuadrar esta mescolanza llamada Va por Zacatecas.

Y menos caminar electoralmente para competirle la presidencia municipal a Julio César.

Sin embargo, pese a que los números de las encuestas favorecen al guadalupense hoy con camisa guinda, Julio César no trae consigo toda la bolsa de las canicas.

Si bien los datos que arrojan los estudios demoscópicos como los elaborados por TrueData a petición de La Jornada Zacatecas, ubican a Chávez Padilla con el 42 por ciento de las preferencias de los guadalupenses, esta simpatía parece no ser la misma en las comunidades y zonas rurales, donde es marcado el rechazo al candidato de Morena.

Con una administración con marcados altibajos, Julio César parece mantener una aceptación en la zona urbana, no así en la rural, donde los pobladores abiertamente afirman que no volverían a votar por el candidato en busca de la reelección.

Esto no ha podido tampoco ser aprovechada por el antorchista Osvaldo Ávila, quien ha comprobado que no es lo mismo encabezar la organización con militantes subordinados y con la camioneta llena de despensas, que convencer a la población a darle su voto.

En la encuesta de abril de TrueData, Ávila Tiscareño no ha podido rebasar el 20 por ciento de las preferencias, ni tampoco ha podido consolidarse entre el electorado pese a las expectativas que él mismo se formó para lograr la tan ansiada candidatura a la alcaldía de Guadalupe.

Sumado a ello, las propuestas que ha presentado el antorchista a la ciudadanía han topado con la pared de la
indiferencia, pues éstas simplemente no llegan ni mueven a los guadalupenses.

Obras de reencarpetamiento, bacheo, banquetas, casetas de vigilancia, ampliación de la red eléctrica o el desazolve de letrinas no son muy diferentes a las mismas que encabezaba como dirigente del Movimiento Antorchista.

Y cómo colofón, ninguno de los otros aspirantes como Fredde Barajas, Carlos Salmón, Gerardo Casanova, Alberto Campos o Román Tarango, no han podido superar siquiera el dos por ciento de las preferencias, haciendo de su participación en esta contienda un hecho meramente anecdótico.

Sobrevaluados y sobrevalorados, ambos candidatos, Julio César Chávez y Osvaldo Ávila, navegan el segundo mes en grises campañas, aunque uno de ellos, eso si, montado con buenos vientos e inercia que le brinda David Monreal Ávila, abanderado a la gubernatura de la coalición Juntos Haremos Historia.