🔥 ENTRE MENTADAS Y AGRESIONES, SEGUIDORES DE FRENAA SON ABANDONADOS EN EL PLANTÓN DEL ZÓCALO

Revista Malinali

Ciudad de México.- Agazapados en el interior del campamento, protegidos por decenas de tiendas de campañas vacías, vallas y elementos de seguridad de la Ciudad de México, un puñado de hombres y mujeres, no mayor a 30 personas, aún permanece en la simulación de plantón que desde el 3 de octubre mantiene el llamado Frente Nacional Anti AMLO (FRENAA) en el Zócalo de la Ciudad de México.

Totalmente abandonados por su dirigente, el regiomontano Gilberto Lozano, el pequeño grupo de personas que mantiene la “protesta” contra Andrés Manuel López Obrador frente a Palacio Nacional apenas se distingue entre las casas de campaña vacías que ocupan toda la plancha, ocultándose y evitando tener contacto con las miles de personas que día a día, a toda hora, transitan por el corazón de la ciudad y se acercan a las vallas de acero para gritar un sonoro “¡chinguen su madre!”, entre otros sentidos y atentos saludos del respetable.

En ocasiones, cuando alguno de los manifestantes se atreve a acercarse al área cercada, la reacción de la gente es inmediata, se confrontan, gritan, y en ocasiones, parece que la tensión puede salirse de control.

A lo largo de estas últimas semanas, las agresiones ya han pasado de las mentadas a los golpes, como ocurrió el
pasado martes, cuando un seguidor de FRENNA intentó salir del campamento y fue abordado por un ciudadano furibundo que de los gritos pasaron a los golpes, siendo inmediatamente separados por elementos de la policía capitalina y disuadidos para evitar mayores problemas.

Los negocios de los comercios aledaños del primer cuadro de la ciudad también han manifestado y expresado su repudio al plantón de FRENAA, pues aunado a la crisis económica que arroja la pandemia en toda la economía nacional, estas expresiones afectan directamente la frágil sobrevivencia del sector. Desde los primeros días del plantón, el comercio organizado fijó su postura en contra de FRENAA y su escenario teatral que busca a todas luces montar una protesta inexistente.

Pero los más afectados sin duda es la gente que mediante el pago de unos centavos es contratada a permanecer en el lugar, soportando agresiones verbales y hasta físicas.

Alejados del cerco, se mantienen casi ocultos, mientras que de vez en vez, alguien se atreve a acercarse un poco y grabar con algún celular las rechiflas de la gente.

Por las mañanas, productos como agua, alimentos y otros insumos les llegan en “diablitos” y son introducidos luego de pasar el filtro policiaco y las vallas que les protegen. Por las noches, el número de “manifestantes” se reduce notablemente al grado de quedar prácticamente vacío.

La toma primero de la avenida Reforma el pasado 20 de septiembre por FRENNA, fue difundida ampliamente cuando el empresario Gilberto Lozano, dirigente nacional de FRENNA, armó todo un espectáculo mediático, mismo que abandonó un día después justificando que se sentía mal.

La posterior toma del Zócalo capitalino acompañado una vez más de un montaje mediático es hoy un cementerio de casas de campañas abandonadas y sin manifestantes que den vida y justifique su presencia.

Expuestos como carne de cañón, no sería raro que en cualquier momento los ánimos se enciendan y se produzcan choques entre los “manifestantes” y la ciudadanía.

Frente a la Catedral de México, un grupo de jóvenes caminan y mientras ven las decenas de casas vacías, uno de ellos exclama: “solo aquí permiten este tipo de pendejadas”.