Revista Malinali
Manipular y usar una tragedia como la ocurrida en Fresnillo para cualquier fin es simplemente despreciable. Y hoy el Fiscal General de Justicia del Estado, Francisco Murillo, además cumplir y dar una respuesta puntual sobre el asesinato de Sofía, debe investigar y transparentar si hubo otros intereses atrás de los actos vandálicos en El Mineral.
Y es que cualquier otra acción que no sea el sincero repudio por la muerte de la menor y el hartazgo por la violencia incontrolable que vive Zacatecas, es igualmente infame y mezquino.
A lo largo del pasado domingo, miles de zacatecanos pudieron dar cuenta y siguieron el desarrollo de este lamentable suceso que inició con el hallazgo del cuerpo de la menor en una terracería en las primeras horas de ese día a través de diversos medios digitales.
Pese al silencio que guardó la FGJE junto con todas las autoridades municipales y estatales, con el paso de las horas se fue confirmando que el pequeño cuerpo correspondía al de la niña Sofía, reportada como desaparecida 11 días atrás y la cual contaba con una Alerta Amber.
Poco antes de las ocho de la noche de ese domingo, diversas personas fueron llegando espontáneamente a la explanada ubicada frente al Palacio Municipal de Fresnillo para colocar veladoras y repudiar el crimen de Sofía.
Eran hombres, mujeres y niños quienes de manera pacífica y solidaria daban muestras sinceras para exigir justicia.
Minuto a minuto fueron arribando más gente hasta formar una multitud, haciendo crecer la figura de cruz hecha con veladoras y colocando diversos mensajes en las paredes del edifico municipal.
Sin embargo, a la par del desarrollo de la concentración pacífica, comenzaron a surgir algunas cuentas en redes sociales llamando a la población a quemar el palacio municipal y la casa del alcalde Saúl Monreal Ávila.
A lo largo de las transmisiones en vivo hechas por diversos medios digitales presentes en el lugar, se podían leer cometarios como “por favor quemen la presidencia vallan y quemen la casa de Monreal”, “quemen todo” y otras expresiones de esta naturaleza.
Fuentes diversas ubican por lo menos 27 presuntas cuentas que estuvieron azuzando a la violencia al pueblo de Fresnillo.
Muchas de esas cuentas tienen como característica la carencia de información de sus supuestos usuarios y otras tenían meses sin usarse, hasta ese domingo.
Poco más de dos horas después de la llegada de las primeras personas a Palacio, la violencia comenzaba a presentarse con la quema del edificio y durante la madrugada, el domicilio particular del edil había sido vandalizado con diversas pintas.
Ante estos hechos, la mayoría de los asistentes a la concentración se retiraron del lugar quedando un pequeño grupo de jóvenes que se mantuvo hasta que arribó la Guardia Nacional, Policía Estatal y otras corporaciones al filo de la medianoche para dejar al H. Cuerpo de Bomberos apagar el siniestro que consumía el Palacio Municipal.
Ahora, deberá ser la FGJE quien determine y transparente si hubo injerencia de terceros y si los actos vandálicos tuvieron otro interés más allá del repudio natural que causó en todo el pueblo zacatecano el asesinato de Sofía.