SÁNCHEZ ANDRADE Y EL COBAEZ: ¿VALEMADRISMO O PERVERSA OMISIÓN?

OPINIÓN/MALINALI

 

La omisión en el pago quincenal de mil 500 trabajadores del Colegio de Bachilleres, el cual debió haberse completado desde el pasado 28 de abril, fue, dicen en los pasillos del segundo piso del edificio que comanda el contador Jorge Miranda Castro, una situación que pudo haber sido evitada si el director general de este subsistema, Rafael Sánchez Andrade, hubiera realizado las gestiones ante la Secretaría de Finanzas un par de horas antes y no ese viernes al filo casi de las tres de la tarde cuando las instituciones bancarias estaban a punto de cerrar.

Es decir, fue casi hasta el último minuto del viernes 28 cuando Sánchez Andrade decidió levantar el teléfono para iniciar los movimientos financieros y cumplir con el pago quincenal de mil 500 trabajadores, llamada que no hizo en el transcurso de ese día y que finalmente al ser recibida en la tesorería estatal fue totalmente imposible para tramitar su gestión y cumplir con el pago de los trabajadores.

La tranquilidad del Director General del Cobaez sorprendió a más de uno cuando de Finanzas le informaron que no se podrían gestionar los movimientos financieros. “Qué podemos hacer, ni hablar”, expresó colgando la llamada.

Así de simple y sencillo se dejó de pagar a los mil 500 trabajadores su quincena de trabajo.

Al día siguiente, el sábado 29 de abril, el Sindicato Único de Personal Docente y Administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (SUPDACOBAEZ)  presentó ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas una denuncia penal contra Sánchez Andrade por la probable comisión de delitos contra el trabajo, abuso de autoridad, administración fraudulenta y retención salarial ante  la Unidad Especializada en Delitos contra Servidores Públicos. Y este martes dos de mayo,  cerca 40 planteles iniciaron un paro en protesta por esta situación afectando a casi 17 mil estudiantes.

Sin embargo, a Rafael Sánchez Andrade esto no lo inmuta ni lo preocupa.

Es claro que la calmosa y pachorruda actitud del funcionario educativo tiene una causa; él es sólo un peón de este juego que sigue buscando desaparecer al Colegio de Bachilleres, como ya en su momento lo dejó entrever el gobernador Alejandro Tello el pasado 17 de enero del año en curso cuando afirmó la necesidad de revisar la viabilidad de este subsistema… es decir, desaparecerlo.

En los pasillos del edificio ubicado en el bulevar Héroes de Chapultepec No. 1902 queda una cosa en claro, si hubiera querido, Sánchez Andrade hubiera parado esta situación desde el pasado viernes 28 de abril, sin embargo, simplemente no lo hizo. Prefirió “estirar la liga”. Las consecuencias es lo de menos. El que obedece no se equivoca, dicen.

¿Omisión? ¿total valemadrismo para con sus trabajadores? ¿O simple peón que obedece a lo que le indiquen sus superiores?

Foto de archivo

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