LA GIRA DE AMLO, LA AUTENTICIDAD CONTRA EL FARISEÍSMO

ANDRÉS VERA DÍAZ/OPINIÓN

La gira de AMLO por suelo zacatecano deja un tibio sabor de boca. En Jerez, ante unas 4 mil personas, que ha decir verdad por la magnificencia de la firma del acuerdo por el campo se quedó corto de asistencia – ¿o movilización?- fue de todas formas, un simbolismo importante en un municipio desaseado por administraciones panistas y priistas. Con mejoras urbanas, pero con una gran opacidad y desvío del recurso público, en donde Morena, tiene la caballada delgada.
La esencia, e irónicamente la virtualidad en estos actos es el número de gente, o qué tipo de invitados estuvieron. Narro que presume organizaciones “sociales” masivas, no logró imponer esa presencia. A tal punto la fragilidad, que el acarreo de alumnos de una preparatoria de su propiedad fue necesaria. Viejas prácticas, con una bandera no distinta, sino con otros colores.
Fresnillo fue la gran decepción. Ante la amenaza de Carlos Pavón de boicotear el mitin, simplemente el efecto fue positivo para el sindicato minero cuya estrategia de intimidación nos recuerda que las mafias serviles, que el amedrentamiento fáctico es un arma que sigue vigente en esa mediocre mentalidad política de quienes viven como gangsters atrincherados en un sindicalismo apretujante. Y es que a sus propios agremiados los amenazó con quitarles días de sueldo o incluso la baja laboral si no asistían a la “manifestación” antiAMLO.
Poca gente se apersonó, muchos con cara de fastidio, Mal mensaje Monrealista, en su tierra los coptan, los minimizan, los ahorcan y no tienen capacidad de respuesta. Ni el llamada de RMA tuvo efecto. Mal, mal muchachos. ¿Dónde está toda esa “fuerza monrealista”?.Aún así, el hartazgo social inclina la balanza. En Fresnillo ya no quieren más PRI. Lástima de candidato de Morena.
Guadalupe fue el cierre de la representatividad política. Tampoco dejó sorpresas, menos cuando el propio Samuel Herrera y Julio César Chávez también presumen estructuras. Pero, ¿qué no deben exhibirse ante la presencia del presidenciable?. Calculo en unas 2 mil personas el evento. Otro mal mensaje, pero AMLO hay que reconocer, tiene una solidez emocional envidiable. Ante el público muestra cada vez más serenidad, se divierte, se deja querer por el pueblo. Los demás en su típica pose. Aquí, se mostró la intencionalidad, nuevamente López Obrador menciona a Soledad, -dudo por su capacidad política e intelectual- sino porque revive el sentimiento de enojo contra el sistema por el robo en la capital zacatecana. Menciona a Femat, a Castañeda, a Herrera, a Narro, Chávez y Mejía, jóvenes novatos, ahí, inquietos, esperanzados a la palmadita, al elogio que nunca llegó, a la foto, al levantón de mano. No, gánenselo muchachos. Julio usa una artimañas, le regala un libro a AMLO para salir en la foto, Lo toma y adiós.
La impresión real es la cantidad de muestras de afecto al presidenciable, la gente lo abrazo, le d besos, lo arropa, se toma selfies, la pasa a sus hijos, acaricia su cabello. Amlo sonríe, se toma fotos, regaña a su chofer porque éste ya quiere avanzar. “Espérate, tranquilo”, le dice. Son muestras que no he visto en ningún otro candidato local ni federal, ni gobernante ni político. Eso, es muestra clara, de un carisma y cercanía con la gente que envidian los Monreal, los Narro. Se nota el amor al pueblo, los otros aman los que el pueblo puede darles.

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