INCHE MADRE… QUÉ POCA Y EN 10 DE MAYO

GUILLERMO HERNÁNDEZ ZAVALA/OPINIÓN

 

Para el Rana Sana que seguro escribe en el cielo

sus andanzas urbanas…

 

Pinche madre…son las dos de la madrugada de este 10 de mayo. Un tamborazo perturbador, desentonado, con un chin…de ganas y casi cero sentimiento, asalta y alarga el insomnio fatal de esta noche, previa al día tan especial. El insomnio despierta sueños, alarga pasiones y penas, se esconde en cada rincón de nuestra habitación,remueve pensamientos y atina a querer atinar a quién chin…se le ocurre a esta hora traer serenata.

Lo bueno que es un gallo con fin…entonan o desentonan dos o tres tamborazos por los aires de nuestra privada alejada de la riqueza terrenal y se escapan entre bolsas de basura las clásicas mañanitas, y el “perfume de gardenias tienen…” alivia, endulza y mece un poco entre la vorágine de ruidos musicales los sueños por venir.

Vienen sobresaltos, juegan telarañas de un día muerto entre el trabajo, que los diputados, que la ARPIZ, que transcurren más sueños, más anhelos, más sinsabores y que no hay dinero suficiente, en fin que “no hay ni madres…”

No hay nada nuevo. Lo cotidiano se vuelve más cotidiano. Sólo está en antesala el gran día en donde todos creen tener mucha…bueno hasta mi perra “Keyla” juega a ser madre…coquetea con el “Hachi” y en un santiamén, en salto tigresco, están ella y él prendidos en su instinto animal, alejados de todo festejo pero bien pegados del deseo y la tibieza maternal.

Ya es 10 de mayo por la mañana. Preámbulo de los festejos sin fin y un capitalismo agobiante como el calor de mayo, sonriente y ligero, enseña sus fauces radiante y sin control, para así acaparar toda la atención y el dinero que no se “encuentra” por ningún lado en Zacatecas.

Nos vamos a la rutina diaria. Aquel ventanal ofrece panorama inmejorable. Sesentones, treinteañeros y algunos veinteañeros, hacen innumerables esfuerzos por conservar la vida, se desviven en diversos ejercicios, sudores y olores de sabores se expanden por doquier…en las alturas el Capital Gym luce esplendoroso. La vista es privilegiada, vemos de todo y a todos sin que ellos se den cuenta.

Desde aquel indigente que diariamente también tiene su rutina que urde entre los contenedores de basura para tener qué comer, los espulga y busca con ahínco el pan de cada día, hoy toca, por cierto, un asiento de jugo, unas hojas de tamal y uno que otro residuo de Coca…

Va y viene sin césar, bueno, en tiempos se recuesta, finge que descansa placentero, toma poses de estar en Acapulco, a las puertas de la Clínica del IMSS de Quebradilla; todo andrajoso el a la vez goza de vista especial: una pléyade de transeúntes desfilan hoy y sólo hoy por ser 10 de mayo.

Es media mañana de este martes de madres y regalos, la pasarela inicia con jefas del hogar que llevan a sus pequeñines al festival de Día de las Madres, infantes que apenas pueden con el disfraz de animalito, de china poblana, de la danza de los viejitos…de lo que sea y en tanto ellas lucen sus mejores galas al ristre, se ven más hermosas, inmensas, apretaditas, luciendo su palmito y hoy, sólo por hoy y por ser fecha tan especial, “al fin que quién me ve” dirían a sus maridos pa bajarle los celos al machín…aunque hoy está permitido todo, es su día…es lucir, comprar, festejar, comer, convivir, regalar…

Mientras el loco de la capital sigue allí a la vuelta y vuelta, en busca de todo y nada, da muestras de cordura y hace que admira a los paseantes, sin preocupaciones, sólo con sus harapos y pensamientos sin consumismo, todavía recoge algunas basuras para ir por enésima a husmear los residuos capitalistas.

Es un ir y venir de madres, con más niños rumbo al festejo o al festival madreado, nuestro personaje se recuesta otra vez y fija su vista en posibles víctimas, allí bajo el slogan del IMSS “Prevenimsss, el primer paso es checarte” pasa un cocinero en blanco luciendo espectacular abdomen con senda bolsa del OXXO repleta de Coca Cola de todo tamaños…”la pura chispa de la vida” la esencia del capitalismo salvaje; sus ojos brillan, guarda sus ansias y mejor decide descansar mientras continúa el festejo…

La mañana sube de calor, persiste el desfile de madres y niños, algunas consiguieron que las acompañase el marido porque aunque sea únicamente este día tan significativo “que te cuesta hoy es muy especial, nunca estás con nosotros…” bailan también los costos de la sociedad consumista a toda su expresión.

En tanto la cotidianidad sigue su curso, unos van otros vienen, algunos esperan a sus enfermos, mantienen esperanzas de alivio, otros gozan el día…y unos más como el ensayista, escritor y crítico literario, Simitrio Quesada, juega con su celular, con sus palabras, con sus locuras, sus ingenios, con sus sorpresas…Desde lo alto nadie nos ve, cada loco con su tema…nosotros vemos a todos y escuchamos de todo, aunque haya sido un día “pa la madre…con ese inche tamborazo del comienzo…”

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *