OPINIÓN/MALINALI
En una sociedad donde la violencia ha llegado a niveles extremos; donde no pasa un día sin el correr de la sangre y la muerte, donde las ejecuciones, secuestros, decapitaciones, enfrentamientos, descuartizados y feminicidios son el pan de todos los días; donde la corrupción se ha enquistado como un terrible cáncer hasta las más profundas raíces del aparato burocrático y donde se ha roto la ligera y frágil empatía de los ciudadanos con sus autoridades, sin duda alguna, el tratar de desaparecer -por decreto gubernamental-una de las instituciones de educación media superior más grandes y con presencia en la mayor parte de la entidad, será una de las más grandes decisiones que tendrá que tomar el gobierno “diferente”, el gobierno de Alejandro Tello, y el cual, desde ya, está cobrando un alto costo político. Una cosa es cierta, no fueron las formas de abodar este tema que involucra a miles de familias y estudiantes zacatecanos.
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